
MI OPI: Es una joya, cualquier calificativo que se pueda dar a esta película es poco. Lo más destacable ya no es solo el guión o la fotografía, o esa banda sonora inolvidable, la respuesta es bien sencilla: ROBERT REDFORD y PAUL NEWMAN. Jamás dos estrellas han brillado con tanta fuerza en la pantalla, gracias quizás a la perfecta recreación que hacen ambos de sus personajes, la película no sería la obra maestra que es para mi si faltara cualquiera de los dos. Esta película tiene el valor añadido de estar en el umbral que separaban los sesenta de los setenta, ya que en esta decada emergió una nueva manera de entender el cine, nuevos directores irrumpieron con fuerza como Scorsese o Coppola. La película es uno de los más bellos western jamás contados con ese tono crepuscular, en el que los tiempos cambian pero afortunadamente nuestros héroes no.
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