
MI OPI: Nada en esta película termina por encajar convenientemente. Las tramas surgen, se desarrollan y desaparecen como por arte de magia, como episodios inacabados a menudo incomprensibles. Todo resulta muy forzado, demasiado casual, y por consiguiente, muy poco creíble. En este aspecto, la guinda la pone la escena del accidente de Edoardo, filmada de manera tan grotesca que invita a la sonrisa. La primero hora, en la que describe los personajes y los paisajes, palacios, paredes, muebles y objetos en que se mueven, resulta excesivamente fría y en muchos momentos tremendamente aburrida. En la segunda hora, cuando el drama propiamente dicho hace acto de presencia, la película gana en intensidad y en interés pero no termina en ningún momento de alcanzar la plenitud, quedándose en un ejercicio estilístico interesante pero en exceso frío. No me han gustado algunos juegos de camaras, planos desenfocados que me resultaron muy molestos e innecesarios. Vemos la mayor parte del tiempo gente comiendo, primeros planos de platos y cubiertos; gente de un lado para otro diciéndose nimiedades, primeros planos de esa gente, de sus miradas, de sus manos, de sus cambios de vestuario… Milán bajo la nieve… Y casi todos esos planos son bonitos y elegantes. Pero como no hay guión ni historia, pues es como un pase de postales. Decepcionante película italiana, que no sabe sacar provecho de la contenida interpretación de Tilda Swinton y una historia que podía haber dado mucho más de si.
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