
MI OPI: Interesante aunque predecible drama familiar, con secretos ocultos, rencillas y traumas, todos los ingredientes para el adicto a este tipo de productos, solo que esta vez el reparto es de primera. Todos los actores están impecables en sus personajes, destacando un insólitamente dramático Ryan Reynolds y, sobre todo, un enorme Willem Dafoe, en un personaje que a ratos me recordó al de James Coburn en Aflicción. Julia Roberts tiene un papel tan fundamental en la trama, como secundario, mientras Emily Watson o Carrie-Ann Moss corren con el protagonismo femenino. La factura es casi televisiva, algo normal tratándose de un filme independiente, solo que las estrellonas involucradas en el asunto elevan el interés de una historia mil veces vista. La idea general está bien, de hecho el concepto de familia como tal nos lleva a distintas historias, varias de ellas traumáticas, pero por desgracia en su mayoría nos la presentan de manera superflua, le faltó chicha a las historias.
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