Slatan, un hombre oriundo del Karadjistan, se enfrenta a una situación
extrema: hacer estallar un avión de pasajeros que va de Moscú a Madrid.
Pero una tormenta de nieve retrasa el vuelo, y los pasajeros son
alojados en un hotel de montaña hasta que pase el temporal. Ese retraso
obliga al terrorista a convivir, durante tres días, con sus futuras
víctimas, unas personas con una visión positiva y optimista de la vida.
MI OPI: La idea en la que se basa la película me pareció original, un terrorista
obligado a convivir con las personas a las que tendrá que matar en un
atentado. El problema es que al final queda un pastiche de comedia y melodrama, cuya historia hace aguas por todas partes. Durante toda la película se busca la sensiblería fácil, los
protagonistas tienen un pasado a cuál más triste, y las historias están
metidas con calzador para provocar empatía al espectador, pero ni son
creíbles ni coherentes. La actuación del protagonista, Alex García, está bastante bien, para no
ser ruso, da el pego bastante. Carmen Machí y Eduardo Blanco están bien,
un poco encasillados por el papel, pero cumplen. Verónica Echegui y
Leticia Dolera lo hacen bastante mal las dos, su interpretación no es
creíble en absoluto.
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