Francesca es una joven profesora de parvulario que sueña con emigrar a
Italia en busca de una vida mejor y, por ello, está dispuesta a hacerlo
sea como sea, obviando incluso las dudas y preocupaciones de los que le
rodean. El plan es que su novio, Mita, se reúna con ella en Italia en
cuanto cierre un negocio en el que está involucrado, pero el destino
dará un giro inoportuno y hará que salgan a la luz algunas verdades
dolorosas.
MI OPI: "Francesca" tiene muchas cosas que contar pero no sabe cómo tratarlas.
El tema de la inmigración suele dar mucho juego, pero aquí no funciona
en ningún momento, no hay evolución, no hay tampoco un retrato que lleve
a simpatizar con ellos, sólo hay una cámara que se queda fija en planos
de diez minutos en los que no pasa absolutamente nada. Un ejemplo: en
cierto momento, una cámara enfoca a un autobús en una estación. La gente
guarda las maletas, se sube y después de tres-cuatro minutos, el
conductor les dice que se bajen y vayan al otro autobús, más pequeño. El
plano sigue sostenido, la gente baja del vehículo, coge sus maletas y
vemos cómo se van al otro. Diez minutos de nada, cuando este hecho casi
anecdótico podría narrarse de forma mucho más ágil y menos tendenciosa. Todo en la obra de Paunescu se mueve en este tono, lento, aburrido, sin
interés. Y sólo en determinada escena -en la que Monica Barladeanu
consigue parecer actriz, cuando llora de forma bastante instintiva- y en
un final que realmente no es tal cosa, el film despega y consigue
despertar algo de curiosidad. Por lo demás, se trata de una obra tan
caprichosa como poco válida, que no tiene ningún toque personal porque
parece construida en una fábrica, sin sentimiento, de forma fría y
distante. Y lo peor: sin saber cómo transmitir, a pesar de que el tema
da para mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario