Sacha Baron Cohen, el peculiar protagonista de "Ali G anda
suelto", interpreta a Borat, un reportero de Kazajistán. Por orden de su
gobierno, el periodista va a Estados Unidos para rodar un documental
pedagógico, que debe recoger las mejores enseñanzas de los USA para que
su país las aproveche. Pero el trabajo no será tan fácil como parece...
MI OPI: Hay dos tipos de humor. El sano, que es reírse de uno mismo o de lo
propio. El "hijoputesco" es reírse de los demás o de lo ajeno. Sacha
Baron Cohen es inglés, y utiliza el segundo tipo de humor para
ridiculizar a Kazajstán y a los USA. Pero el muy jodio a veces tiene
gracia. Una vez presentada su intención, en la que es una de mis partes
favoritas de la película por la basta ironía y acidez con la que nos
describe un atrasadísimo y grotesco Kazajstán y sus anárquicos
habitantes; se pasa a la grabación en Estados Unidos. Y en una
combinación de cámaras ocultas y ficción delirante, se ataca todo tipo
de moral, religión, liberalismos, conservadurismos y todo lo que se
mueva... es decir que no deja títere con cabeza. Todo un ejercicio de provocación que busca agitar al más pintado y que
invita a que nos riamos con una crítica tan loca y brutal, que hace que
riéndonos de todo y de todos (hasta de nosotros mismos), nos planteemos
en tomarnos el mundo un poco menos a la tremenda. Absténganse los políticamente correctos y los dogmáticos del séptimo arte, esto es para relajarse y reirse del mundo entero....
No hay comentarios:
Publicar un comentario