
MI OPI: es capaz de mostrarnos, sin recurrir al victimismo, la lucha de un personaje conocido por todos y de su familia por enfrentar una enfermedad incurable y devastadora. Carles Bosch inteligentemente pone en el centro a un lúcido Maragall, y abriendo varias líneas narrativas trata de explicarnos incluso científicamente a qué nos enfrentamos. La cámara se aproxima a un personaje desde su vertiente más humana y a un entorno que asume el reto de alentar su autonomía sin dudar en protegerlo aunque sea de sí mismo. Es en estos momentos cuando la película se torna cálida, cercana e intensa.Es la historia de un hombre que se resiste a que unos enredos de proteínas le roben su bien más preciado: sus recuerdos, y de una familia que no duda por amor en exponerse con fortaleza para apoyarlo y acompañarlo en su empeño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario