SONBAHAR

Tras ser liberado después de diez años como preso político, un hombre deberá enfrentarse al mundo real.

MI OPI: Sonbahar es una película lenta y dice poco, con lo que nos quedamos con lo de lenta como cosa principal. La cuestión política la resuelve con un par de fashbacks, así de transición, para indicarte de qué va la cosa, pim pam. Y pensándalo bien, ahora mientras escribo ¿para qué más? Bien, vale, ya estamos situados. ¿Y ahora qué? El protagonista sale de la cárcel bastante perjudicado y vuelve a casa con su madre, a las colinas; bellas, eso sí. Pero es que el discurso existencial se lo pone el espectador porque no le queda otro remedio, porque a ver qué haces si el flujo de información es mínimo y sin profundidad, de modo que la profundidad se la pone el espectador contemplando en esos cigarrillos, esas colinas y ese "repensarse" que se le supone a todo ser humano cuando hace balance de su vida.