.

domingo, 8 de enero de 2012

LA PIEL QUE HABITO

Desde que su mujer sufrió quemaduras en todo el cuerpo a raíz de un accidente de coche, el doctor Robert Ledgard, eminente cirujano plástico, ha dedicado años de estudio y experimentación a la elaboración de una nueva piel con la que hubiera podido salvarla; se trata de una piel sensible a las caricias, pero que funciona como una auténtica coraza contra toda clase de agresiones, tanto externas como internas. Para poner en práctica este hallazgo revolucionario es preciso carecer de escrúpulos, y Ledgard no los tiene. Pero, además, necesita una cobaya humana y un cómplice. Marilia, la mujer que lo cuidó desde niño, es de una fidelidad perruna: nunca le fallará. El problema será encontrar la cobaya humana.

MI OPI: Me ha parecido un engendro detestable que si no llevase la firma almodovariana daría “vértigo” estrenarla en las salas comerciales. Parece el producto de un mal principiante.“La piel que habito”, tiene un argumento grotesco, ridículo e irrisorio, (actuaciones para poner en cuarentena, diálogos auténticamente chanantes, situaciones descacharrantemente dramáticas...). La piel que habito” es una historia imposible, zafia y cansina, mal rodada, mal ambientada, de insípido "atrezzo", pesimamente interpretada, sobre todo por un Banderas impávido y una Marisa Paredes que siempre hace la misma interpretación a pesar del papel que le toque interpretar. Y...¿Qué pinta el personaje del tigre? La historia es surrealista (en despectivo), ni la vital actuación de Elena Anaya, entregada en su papel, ni la maravillosa y apropiada música de Alberto Iglesias podrán impedir que la elogia ni una sola vez. La primera media hora es aburridísima para luego pasar a ser algo más entretenida pero por lo cómico de muchas situaciones que no tendrían que serlo. La idea argumental es retorcida y pretenciosa y las escenas pretendidamente dramáticas dan vergüenza ajena. El “fenómeno Almodóvar” es para mí un misterio. Mantengo la teoría de que fuera de España sus películas reciben elogios porque se las considera un producto muy “español” y por tanto algo exótico. Y en España se piensa que si gusta tanto fuera es que algo tendrá. No se me ocurre otra explicación.

1 comentario:

Manuel Ruiz dijo...

Violeta, te están copiando parte de las críticas... y eso es un detalle. ¡Viva el cine!

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...