De repente, sin saber cuál es su origen, un virus mortal se propaga a nivel mundial y, en pocos días, empieza a diezmar a la población. El contagio se produce por mero contacto entre los seres humanos. Un thriller realista y sin efectos especiales sobre los efectos de una epidemia que se centra en la enfermedad que causa el virus a través de varias líneas argumentales.
MI OPI: Su arranque ya me hizo presagiar lo peor. Esa falta de sutileza a la hora mostrarnos las vías de contagio del virus, con toses a diestro y siniestro y planos detalle de gente tocando objetos o dándose la mano, me pareció un poco tonta por evidente y repetitiva. Los personajes se presentan muy deslavazados; no hay ninguno realmente interesante, y al final, el único que podría haber dado un poco más juego, el periodista bloguero interpretado por Jude Law, se disuelve en la más absoluta nada; habría requerido alguna escena extra de más enjundia. Lo que le sucede a Marion Cotillard tampoco viene mucho a cuento, no aporta nada a la historia. En fin, un reparto impresionante -muy poco aprovechado en mi opinión-, con falta de conexión entre escenas y con resoluciones bastante infantiloides en muchas otras. Parece que Steven Soderbergh no se calentó mucho la cabeza con este trabajo. Le falta acción, una mayor precisión científica y más desarrollo en la construcción de personajes. Algunos asuntos se resuelven muy rápido (menudo seguimiento le tenían hecho a Gwyneth Paltrow; algo se barruntaban, sin duda), y otros son obviados descaradamente. El guión no es digno de un director de cierto prestigio, sino más bien de un aprendiz que empezara. Prescindible.
MI OPI: Su arranque ya me hizo presagiar lo peor. Esa falta de sutileza a la hora mostrarnos las vías de contagio del virus, con toses a diestro y siniestro y planos detalle de gente tocando objetos o dándose la mano, me pareció un poco tonta por evidente y repetitiva. Los personajes se presentan muy deslavazados; no hay ninguno realmente interesante, y al final, el único que podría haber dado un poco más juego, el periodista bloguero interpretado por Jude Law, se disuelve en la más absoluta nada; habría requerido alguna escena extra de más enjundia. Lo que le sucede a Marion Cotillard tampoco viene mucho a cuento, no aporta nada a la historia. En fin, un reparto impresionante -muy poco aprovechado en mi opinión-, con falta de conexión entre escenas y con resoluciones bastante infantiloides en muchas otras. Parece que Steven Soderbergh no se calentó mucho la cabeza con este trabajo. Le falta acción, una mayor precisión científica y más desarrollo en la construcción de personajes. Algunos asuntos se resuelven muy rápido (menudo seguimiento le tenían hecho a Gwyneth Paltrow; algo se barruntaban, sin duda), y otros son obviados descaradamente. El guión no es digno de un director de cierto prestigio, sino más bien de un aprendiz que empezara. Prescindible.
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