
MI OPI: Personajes plenamente conseguidos, largas secuencias móviles, un fondo musical tan dulce como clásico y el silencio. El silencio marca la película. El silencio que se convierte en palabras dentro de tu propia cabeza para ir contándote la historia, la tragedia, el drama y el horror. Además, Montxo Armendáriz logra una gran película actuando, con lo fácil que podría haber sido no hacerlo, por encima del morbo, del amarillismo y de las imágenes escabrosas. Una película denuncia, a la que se le puede achacar una cierta falta de ritmo y que no termina de emocionar todo lo que podría hacerlo. Puede haber quien piense que le falta un gran golpe, un mazazo sobre la mesa...pero en realidad no es necesario. Montxo Armendáriz sigue fiel a su estilo. Y aunque sea con un martillo más pequeño, va dando golpes sin parar hasta conseguir el mismo efecto. Siempre le ha funcionado. Y en "No tengas miedo" vuelve a pasar.
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