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martes, 11 de octubre de 2011

EL ÁRBOL DE LA VIDA


Años 50. El film narra la evolución de Jack, un niño que vive con su madre, que encarna el amor y la bondad, mientras que su padre, que representa la severidad, es el encargado de enseñarle a enfrentarse a un mundo hostil. Sean Penn interpreta a Jack en la edad adulta. Por otro lado, se trata también la historia del Universo desde sus orígenes.

MI OPI: Pero bueno...seamos serios. La película (por llamarlo así) no tiene ni pies ni cabeza. No es más que una sucesión de escenas inconexas, de planos rebuscados, de diálogos artificiales (los pocos que hay). El hilo conductor de la trama brilla por su ausencia, porque ni hay trama ni hay hilo conductor. Pretende plantear cuestiones trascendentales y místicas y lo único que consigue es caer en el ridículo del exceso de pretenciosidad. La fotografía es impresionante, le doy un 10, pero lo mire por donde lo mire esto no es cine. El cine, ante todo, tiene guión y el guión cuenta una historia y esa historia parte de un sujeto y llega a un objeto y de ahí en adelante te saltas todas las reglas que te de la gana y haces algo nuevo que no se ha visto jamás y que va a ser la bomba, pero mínimo tiene que haber sujeto y objeto. Aquí no hay historia. Si a los fans de Malick les encanta, me parece genial, cada uno carga con lo suyo, pero hay que reconocer al menos que El árbol de la vida no puede ser buen cine porque no es cine, en todo caso sería videoarte. Resumiendo, un adjetivo que bien podría describir la película es: ABURRIDO. Y nada más. Habrá quién se sienta algo engañado al pagar la entrada y esperarse algo que nunca llega, y habrá a quién le guste porque fuma en pipa, lleva monóculo y lee el mito de la caverna.

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