
MI OPI: Esta es una película singular. La madre que interpreta Charlotte Gainsbourg pierde a su marido de forma inesperada, y a partir de aquí el luto da paso a la degradación de una casa, símbolo del padre fallecido, amenazada por el árbol que rodea la entrada de la propiedad. El árbol, además, será el refugio de la hija pequeña, llegando incluso a sentir y a poder hablar con su padre con sólo subirse a las recias ramas. Es una película de halo místico y de poética bizarra, un cuento que asombra más por todo lo que deja de contar que por lo que realmente vemos; una película que termina convertida en parábola del dolor y el largo proceso posterior de interiorización y cicatrización. Personalmente me gustó y la cría es para comersela con patatas, preciosa y muy creible.
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