Sophia Loren es Natascha, una bella condesa rusa afincada en Hong Kong que ve en un rico americano (Marlon Brando) la oportunidad de viajar a los Estados Unidos, adonde quiere ir a vivir.MI OPI: Último film de Chaplin en el que, lejos de sus sátiras sociales, nos lega una romántica historia dirigida con sobriedad. Lo cierto es que se trata de una comedia de enredo lastrada por la repetición de unos gags –aquellos que transcurren en el camarote cuando debe entrar alguien y Sophia Loren se esconde, o los del revuelo que causa el sonido del timbre- que, lejos de aportar sensación de rapidez como en las screwball clásicas, aminoran el ritmo de la parte central del filme, resultando después muy difícil levantarlo. Por ejemplo, aquella secuencia en la que todos se marean por el oleaje no contribuye en nada a hacer avanzar la narración y tampoco tiene demasiada gracia, resultando realmente innecesaria a pesar de que culmina con un simpático cameo chapliniano. Es necesario decir también que Marlon Brando está excesivamente impostado, incapaz de aprehender para sí la ligereza que una interpretación de estas características necesitaría.
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