
MI OPI: La pasión y la razón de estado en un inteligente melodrama que adaptaba una novela de Jacques Tournier. Su registro narrativo adopta un pulso enfebrecido que se matiza con frecuentes inflexiones reflectivas. El conjunto es aparente, pero sus virtudes van mucho más allá de la perfección de su factura. Es uno de estos films que poseen una rara fuerza interna. Las interpretaciones del rey y su amante son buenas y creibles.
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