
MI OPI: Esto es, una espiral tremenda de sexo y violencia que empieza a gestarse desde los primeros compases, y obviamente, como la bola de nieve que va cayendo por la pendiente, va haciéndose más y más grande. La estructuración de la película es algo extraña. Mayormente se podría clasificar como de suspense pero lleva toques de tragedia situados de una forma poco racional. Las reacciones de los personajes teniendo en cuenta la época, son en gran parte, poco o nada parecidas a las que eran habituales en aquellos años o a las que se esperaría de un militante antifranquista.Aranda logra que un actor infalible, como Eduard Fernández, culebree sin rumbo y deje en la pantalla la insólita sensación de que ni sabe quién es ni qué hace. Acertada la elección de la novata Thaïs Blume, destacable en una trayectoria simple pero intensa, desde la sensual inocencia inicial hasta la voracidad carnal final.
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