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martes, 16 de febrero de 2010

LOS INVITADOS

La película tiene como protagonistas principales al matrimonio Bellanga, compuesto por Moshe, un hombre totalmente religioso y su esposa Malli, ambos en bancarrota y sin hijos. Lo peor, es que una festividad importante para el pueblo judío el Sucot o “Fiesta de las Cabañas” se aproxima y no tienen dinero para poder celebrarla debidamente. Desesperados, los Bellanga rezan a Dios para obtener un milagro. Y lo obtienen: Por un lado, un amigo de Moshe llamado Ben Baruch le consigue una Sucot especie de cabaña temporal que se edifica para dicha celebración que aparentemente se encuentra abandonada, mientras que Malli recibe de una fuente misteriosa una considerable cantidad de dinero en dólares, los cuales les ayudarán a solventar los gastos de la celebración. Pero además reciben otra sorpresa: un par de invitados que llegan a la víspera de la festividad y que de acuerdo con la tradición, son acogidos por la pareja como invitados en esas fechas sagradas. Además, Moshe y Malli la interpretan como una señal del cielo, pensando que si cumplen con la regla establecida por la festividad, Dios los bendecirá con un hijo. Sin embargo, las cosas comienzan a tomar un cariz inesperado, porque estos invitados son en realidad ex convictos fugitivos, quienes acuden a Moshe porque uno de ellos es un camarada suyo de tiempo atrás. Eliyahu y Yossef (los verdaderos nombres de estos ex criminales), son de groseros modales, impertinentes, fanfarrones y pendencieros, sin mencionar irrespetuosos y profanos en lo que se refiriere a las celebraciones religiosas. Y no tardan en traerles cantidades de problemas a sus anfitriones, quienes en algún momento se ven tentados a echarlos de una forma sutil.Sin embargo, Moshe asume que tal vez se trate de alguna especie de obstáculo que Dios le manda para probarlo, y decide mantener a sus invitados como tales. Pero las cosas empeoran por una suerte de circunstancias que se conjuntan: aparece el dueño legítimo de la Sucot abandonada, los ex maleantes desafían con sus desplantes a toda la comunidad ortodoxa donde Moshe habita, y para colmo, Malli descubre la verdadera identidad de sus invitados, la cual había sido mantenida en secreto por Moshe, ya que también se relaciona con su propio pasado un tanto turbulento y delictivo. Como respuesta a esta omisión, ella se enfurece y lo abandona. Estas situaciones llevarán a Moshe a cuestionarse sobre los acontecimientos, ya que no sabe si se trata de un castigo por el incidente del Sucot, o si es una prueba de temple, o alguna otra cosa. En una escena clave de la película, Moshe se va a gritar a un bosque cercano, le exige a Dios una respuesta clara y le implora que le muestre el camino. Al final, Dios parece escuchar a Moshe una vez más…

MI OPI: es una comedia inusual, no sólo por el contexto donde se desarrolla la trama, sino por la manera en que se acerca a este universo y el humor elegido para hacerlo. Su mirada al mundo del judío ortodoxo, sus tradiciones, sus creencias y su forma de ver la vida es crítica a la vez que amable. No recurre a la burla irrespetuosa ni al chiste fácil, sino que es más bien un cuestionamiento sobre como esta visión del mundo y la religiosidad, mantenidas intactas desde antaño, se confronta y busca adaptarse a los nuevos requerimientos de las sociedades modernas.Y como dato curioso: los papeles de Moshe y Malli son interpretados (respectivamente) por el guionista de la cinta (Shuli Rand) y su esposa en la vida real (Michal Bat-Sheva Rand). Rand se había retirado de la actuación por abrazar un sendero religioso (tal como el de su personaje en la cinta) y fue hasta esta cinta que volvió a la actuación. Y de hecho, la inclusión de su esposa en el reparto fue uno de los requerimientos impuestos por el actor/guionista para hacer esta película.

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