
Vincenzo es un ingeniero de mantenimiento italiano que tiene un dilema moral. Ha descubierto un fallo de diseño en un alto horno que su empresa acaba de vender a una delegación china. Convencido de que ha encontrado la solución al problema, y para evitar una tragedia en el horno, viaja de inmediato a Shanghái para reponer la pieza defectuosa. En lugar de una recepción propia de un héroe, Vincenzo topa contra una pared de indiferencia, ya que nadie sabe o a nadie le interesa a qué ciudad han enviado el horno. Perdido, y culturalmente limitado en el nuevo entorno, la vida de Vincenzo da un giro radical cuando conoce a Liu Hua, una estudiante china de poco más de veinte años que habla italiano con fluidez. Con ella como intérprete y guía, ambos atraviesan el gran país en busca del horno perdido. Vincenzo se encuentra en un mundo que ni habría soñado que existía, y el objetivo profesional de su viaje se convierte en algo más personal. Está sensibilizado por toda la gente que le rodea y asombrado por la humilde gracia y devoción que Liu le profesa.
MI OPI: Esta es una de esas películas que además de contarnos una historia también podemos deleitarnos con ojos de turista de sus paisajes, su alimentación, sus costumbres y en algunos casos contemplar su rostro menos amable, que también tiene mucho que decir en la película. La trama entretiene y se mantiene por sí sola a pesar de su ritmo pausado y en ocasiones redundante, es una de esas películas que, sin esfuerzo, consiguen atraparte y emocionarte, la mayor virtud que puede tener una película. Es digna de mención la actuación de camaleónico y excelente actor Sergio Castellitto.
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