.

domingo, 3 de febrero de 2013

EXTRAÑOS EN UN TREN


Inspirada en la novela homónima de Patricia Higsmith. Durante un viaje en tren, Guy, un joven campeón de tenis, es abordado por Bruno, un joven que conoce su vida y milagros a través de la prensa y que, inesperadamente, le propone un doble asesinato, pero intercambiando las víctimas con el fin de garantizarse recíprocamente la impunidad. Así podrían resolver sus respectivos problemas: él suprimiría a la mujer de Guy (que no quiere concederle el divorcio) y, a cambio, Guy debería asesinar al padre de Bruno para que éste pudiera heredar una gran fortuna y vivir a su aire.

MI OPI: El prota es un pobre desgraciao. Su mujer gasta unas gafas horrendas y, para colmo, es un putón. Su novia parece un hombre con traje de fiesta. Y, sobre todas sus desgracias, cada vez que sube a un tren le da la chapa un extraño cualquiera. La primera ocasión un chiflado obsesionado con el intercambio de parejas y, la segunda, un tipo que canta canciones sobre cabras y luego lo niega para no reconocer que empina el codo más de lo aconsejable. La peli merece la pena, sobre todo por la secuencia del tío-vivo. Realmente amena. Supongo que Don Alfredo aquí quería rodar una secuencia de intriga, pero le salió una cómica, inquietante, eso sí. Al pobre maquinista del artefacto le pegan un tiro que le deja seco, así, sin comerlo ni beberlo, y luego a nadie le importa una mierda. Cuando un señor muy mayor consigue frenar el despendolado cacharro a base de reptar cual dragón de komodo, todo el mundo se dedica a buscar un mechero y al pobre maquinista que le zurzan. Una injusticia.

No hay comentarios:

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...