
MI OPI: La ópera prima de Martial Fougeron es la crónica de una maltratadora emocional y física en una extraña relación de madre-hijo, donde la posesión y el mimo demuestran que a vez el roce no hace el cariño. Una película muy intensa, que cobra velocidad a medida que la historia se precipita cuesta abajo, que incomoda e implica al espectador. Con una austeridad apropiada, logra una sensación claustrofóbica. Se muestra un realismo en la presentación de esa familia de clase media con padre intelectual y personajes pasivos que viven en universos propios sin importarle lo que les pase a los demás, que como indica la propia película hubiesen podido hacer algo. Natalie Baye hace su papel con una fuerza y una pasión tremenda. El crío es una delicia de chico, dan ganas de abrazarlo y consolarlo, el actor Olivier Gourmet, que da vida al padre, lo odio y lo odio en todas las películas donde lo veo, le tengo una profunda antipatía a ese hombre y no sé por qué. El personaje de la hermana y la abuela, ambas más preocupadas por lo que le sucede al joven me convencieron. La peli sabe a clásico francés con poca acción y mucha intensidad de emociones, estilo Truffaut o Chabrol o Rommer, donde pasan pocas cosas por fuera y todo se cuece dentro.
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