Un joven y eminente profesor de la universidad de Bolonia se ve envuelto en una delicada investigación. Decide escapar de todo y termina recorriendo la apacible ribera del Po. Allí se instala en un edificio de piedra abandonado. En torno a su nuevo hogar se van tejiendo historias cotidianas de amor y amistad entre el profesor y las gentes del lugar. Asistimos a un momento de espontánea armonía en el que todo es posible.
MI OPI: A priori esta cinta parecía ser un thriller policial sobre la investigación de una profanación de libros religiosos, con una atmósfera de intriga y con personajes extraños en sus comportamientos. Pero poco a poco la peli cambia a un drama reflexivo que nos invita a pensar. El protagonista se nos presenta como un Cristo contemporáneo que viene a romper modelos y verdades de fe arraigadas en las conciencias colectivas para abocarse a las necesidades reales de la gente; que cruza y reniega de los principios teóricos contenidos en los libros pasando a una práctica más útil para las penurias actuales que aquejan; que escapa de la civilización y el pensamiento abstracto para dedicarse a una vida aislada y concreta en la naturaleza y en la precariedad. Un ser incomprendido y tomado por loco por la mayoría, perseguido por sus ideas, que hasta cita parábolas para dar ejemplos de vida e incluso se quiere dedicar a pescar, que no se muestra interesado en mujeres ni en bienes materiales y que hasta posee un reducido séquito de seguidores que le apoyan. La fotografía es preciosa. Es interesante de ver...
