Aunque David Wozniak donó mucho semen en su juventud, nunca pudo imaginar que llegaría a tener 533 hijos. Veinte años después, 142 de ellos quieren conocerle.
MI OPI: Imagínese usted que un buen día los frutos de sus donaciones de esperma
quieren conocer al padre biológico. Y como en este caso (y en otros
muchos... no me hagan hablar...) la cantidad si que tiene que ver con la
calidad, no es que nos falten dedos para contarlos, no! Hordas de adolescentes de lo más peculiares a la caza del nombre y apellido del suministrador! Premisa muy disparatada, lo sé, lo que no quita para que si se
desarrolla tan brillantemente como en este caso, el cine se llene de
carcajadas. Y ojo! porque nunca la definiría como la típica película de risa facilona, sin sustancia, porque es todo lo contrario! Tiene un toque intimista con grandes dosis de ternura (grande momento
lacrimal la conversación con el padre en la cocina...snif!) que hace que
la recomiende con más ganas, a lo que añado toda una envoltura estética
(desde la carnicería como centro de operaciones a lo desaliñado del
protagonista) que me conquistó. Si tuviera que recomendar este largometraje lo recomendaría
principalmente por dos razones, la primera razón seria la originalidad
de la propuesta y la segunda por la empatía que transmite el
protagonista. La película es entretenida, divertida y en ningún momento
se hace pesada. Posee imágenes de gran belleza (como la puesta de sol en
el lago) y una acertada banda sonora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario