Juno Macguff tiene 16 años y es, según los adultos, más
inteligente de lo que le conviene. Es ingeniosa, culta, observadora y,
sobre todo, sarcástica. Ese sarcasmo no es más que una coraza para
ocultar sus miedos y dudas. A raíz de la relación con un compañero de
clase se queda embarazada. Y, como él se desentiende del
problema, Juno toma una decisión que cuenta con la aprobación de su
familia: tendrá el niño y lo dará en adopción. Después habrá que
encontrar unos padres adoptivos adecuados. Mark y
Vanessa parecen los padres ideales. Pero resulta que
Mark y Juno comparten demasiadas aficiones y parecen entenderse muy bien
desde el principio.
MI OPI: Película de personaje, se apoya del todo en la originalidad de la protagonista, en la fresca autenticidad de sus reacciones. Con ayuda de un padre con quien comparte genéticamente un incisivo
sentido del humor, y de una madrastra de mente cartesiana, Juno (16
años) lleva adelante un embarazo, situación que para muchas adolescentes
y sus familias supone una demoledora tragedia. En cambio, ella lo afronta desde su mundo abigarrado, repleto de
pequeños cachivaches, saturado de color, como la estantería de un bazar
chino, en radical contraste con la pulcra y vacía mansión de Mark y
Vanessa, el matrimonio aspirante a adoptar. La actriz, Ellen Page, crea al personaje con presencia convencida y
gestualidad enérgica. Lo dota de una gracia peculiar y domina buena
parte de la película. La otra gran baza para caracterizar a Juno es su lenguaje, casi se
podría decir su idioma: estrambótico y pirotécnico; propio de una
conciencia despierta e inteligente, y además rápido, chispeante,
ocurrente, sarcástico. Desde el principio, Juno está presentada de forma que la tomas o la dejas. Y así va pasando el metraje, bajo la mirada de la romana diosa Juno,
personificación del ciclo lunar, protectora de las mujeres y asistente
en los partos. A mí me hizo pasar un rato muy ameno...
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