Tras la muerte de su padre, Sam debe enviar 150.000 doláres
a Frankie, una hermana alcóholica de la que no sabía
nada, y cuyo hijo es un problemático niño de doce años incapaz de
controlar su temperamento.
MI OPI: Este casi desconocido film es un drama convencional que pese a su
estereotipo está bien llevado con un buen ritmo que mejora luego de su
rara pero afortunadamente corta introducción de personajes. Como sus compañeras de género contiene varios golpes bajos y muchos
clichés pero que al contrario de lo esperado no molestan, tal vez porque
los diálogos son lo suficientemente buenos como para hacerla más
llevadera. El punto más a su favor es que los personajes están muy bien definidos
-más allá de los estereotipos- esto ayuda a que las relaciones en el
film no se vean forzadas sino que al contrario parecen muy cotidianas,
algo que también le aporta ese aire a cine independiente que respira
constantemente. El guión es inteligente al introducir los personajes con misterio
incluido ya que a medida que pasa el metraje vamos descubriendo de a
poco sus verdaderas características y su pasado. En paralelo a esto se
va revelando también la figura del padre -al que nunca vemos porque el
film no posee flashbacks- que es construida como si de un puzzle se
tratase. Además de que según quien lo nombre es la forma en que lo vemos
y al final con todas las historias sobre la mesa somos capaces de
imaginarnos a ese padre "ausente". Destacar como siempre en este tipo de films intimistas el gran trabajo
del reparto que cumple con creces, para mi sorpresa Pine está muy bien
en su rol de hijo confundido, y destaca a mi gusto la química madre e
hijo de Banks y D'Addario. Acompañan también los modestos aportes
secundarios de Pfeiffer y Wilde.
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