La noche en que varios jóvenes neoyorquinos celebran la fiesta de
despedida de un amigo en Manhattan, un monstruo del tamaño de un
rascacielos llega a la ciudad. Contada desde el punto de vista de la
videocámara de uno de ellos, este es el escalofriante documento sobre
sus intentos por sobrevivir durante los momentos más increíbles y
terroríficos de sus vidas.
MI OPI: Esto va de unos superhombres capaces de correr a hostias a unos bichos que, minutos
antes, se habían cargado soldados del ejército de tres en tres. Unos
militares tan tontos como el primo de Forrest Gump, capaces de desvelar
su plan de evacuación y actuar como hermanitas de la caridad ante unos
chicos que deberían despejar la zona cuanto antes mejor. Frases de palo
tipo "Tengo que rescatarla porque la amo" para que sirvan de pretexto
para ver a unos engendros (hablo de los protas, claro) haciendo el
idiota por la pantalla durante hora y pico. Unas secuencias sobre el
prota y su polvete haciendo ñoñerías intercaladas por toda la cara entre
pisotón y pisotón del bicho. Un cámara que, tras el derrumbe del
puente, demuestra ser todo un profesional de la grabación estabilizando
la cámara en apenas segundos cuando minutos atrás parecía un birrero con
cara de palurdo y ni la más mínima noción de como manejar uno de esos
aparatos. Tan pocas expectativas, y un material tan pobre. Al final, uno ya no
sabe ni a quien encomendarse cuando va a ver una de terror...
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