De repente, Martha, una joven de 16 años, desaparece. Su padre, Lothar,
que durante años no ha tenido contacto con ella ni con su ex mujer, está
dispuesto a dar con ella. No tardará en darse cuenta de que otros
jóvenes también han desaparecido de la ciudad de forma inexplicable.
Lothar sigue su rastro a través del país. Se va encontrando con jóvenes,
pero el rastro se enfría. En la siguiente ciudad a la que va, se
encuentra con grupos de milicia y una gran presencia policial, los niños
tienen prohibido estar en la calle a menos que estén acompañados de un
adulto. El mundo ha cambiado…
MI OPI: Speckenbach es un director desconocido y se interna en un terreno muy
peligroso. El de narrar fílmicamente una historia fantástica con la
intención (supongo) de innovar en el tema de lo cotidiano vuelto
extraño. En este caso los adolescentes de un lugar no identificado y
atemporal. La película tiene un buen comienzo. Es inquietante la paulatina
desaparición de los adolescentes y, poco a poco, la de los niños en
general. Así la escena del púber en la carretera es un buen ejemplo.
Pero el error del director es utilizar demasiadas elipsis que si, en un
principio, dan por resultado el enigma, terminan dando la impresión de
que más que sugerir, el "narrador" evita explicar lo que no puede. Algo
muy común en los literatos y cineastas ineptos y/o novatos. Por otra
parte, lo que tiene que dar la sensación de "siniestro", en este caso
los niños y jóvenes, ya tiene una carga real de violencia más que explícita en nuestra sociedad actual. El horror que se manifiesta al final con la presencia de un
grupo "para-policial" de adultos "a la defensa" de "su" mundo, no
explicado aunque (confusamente imaginado por el espectador) podría dar
más interés y contundencia a la narración, pero la conclusión, abierta,
arruina totalmente la eficacia de una historia que, si me piden una
opinión, Speckenbach no sabe como terminar; que sólo parte de una idea,
interesante sí, pero sólo una idea, el esquema de una idea.
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