Un terrible peligro amenaza la Tierra: enloquecido por el poder, el
brutal rey Hiperión (Mickey Rourke) ha declarado la guerra a los
hombres. Después de reunir a un ejército sediento de sangre formado por
soldados que él mismo mandó desfigurar, Hiperión quema Grecia mientras
busca un arma de poder inconcebible: el legendario arco Epiro, hecho por
Ares en el Olimpo. El hombre que posea ese arco podrá liberar a los
Titanes, que están encerrados en el monte Tártaro desde el principio de
los tiempos, y claman venganza. Sin embargo, en manos de Hiperión, el
arco significaría la destrucción de la raza humana y la aniquilación de
los dioses. Pero, como la ley prohíbe que los dioses se entrometan en
los conflictos humanos, nada pueden hacer para detener al rey. Pero la
esperanza renace cuando Zeus encomienda al campesino Teseo (Henry
Cavill) la misión de acabar con Hiperión. Después de reunir a un grupo
de hombres entre los que se encuentra la visionaria sacerdotisa Fedra
(Freida Pinto) y el astuto esclavo Stavros (Stephen Dorff), el héroe se
pondrá al frente de la rebelión.
MI OPI: Que el argumento iba a ser un sin sentido era algo que tenía asumido
antes de entrar a la sala, pero lo que no sabía era el
sobrentretenimiento absolutamente vacío al que mis retinas iban a ser
sometidas. Immortals es un quiero y no puedo, un "me invento la mitología por que así queda mejor", un auténtico y enorme desastre.
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