Tras la súbita muerte de su marido, Carmina convence a su hija María de
no dar parte de la defunción hasta pasados dos días y así poder cobrar
la paga extra que él tenía pendiente. Durante esos dos días esconden el
cadáver y disimulan su duelo en la cotidianidad de un bloque de pisos de
un barrio humilde de Sevilla.
MI OPI: En esta segunda parte los personajes son más sólidos, es decir más realistas, más
creíbles pero sobre todo más humanos. Carmina consigue esto sin perder
un ápice de su natural y espontánea ¿vulgaridad? de quien ni quiere ni
necesita aparentar nada. Aun con todo, yo veo en Carmina y amén sutiles críticas sociales, más
allá de Bárcenas, y en el fondo no dejamos de ver las calamidades que
pasa una familia de clase trabajadora para poder salir adelante. El final me gustó. No me lo esperaba. Yo creo que nadie nos lo
esperábamos y puede que eso lo haga grande. Transmite una humanidad que
probablemente nadie más podía haber transmitido. Pero también la
inteligencia, la actitud y la filosofía de quien ha criado a una familia
entera haciendo cuenta con los dedos. Esto parece una tontería pero no
lo es.
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