Rekall es una empresa que puede convertir los sueños en recuerdos
reales, haciendo que la frontera entre realidad y memoria se difumine.
Para Douglas Quaid la idea de hacer un viaje mental que
le proporcione recuerdos de una vida como superespía puede ser la
solución perfecta para contrarrestar su frustrante vida. Lo malo es que
el proceso sale mal, y Quaid se convierte en un hombre perseguido por
los agentes de un estado totalitario. En su huida, se asocia con una
combatiente rebelde con el fin de encontrar al cabecilla
de la resistencia clandestina. Mientras el destino del
mundo pende de un hilo, Quaid descubre su verdadera identidad y su
verdadero destino.
MI OPI: Esta es la madre de todos los desastres, atreverse a filmar otra vez una
de las películas de ciencia ficción más queridas por mi generación. Una
obra maestra de Paul Verhoeven convertida en un ejercicio de pirotecnia
digital, balaceras y explosiones sin sentido. Y eso sin contar con un
guión pobre con unos diálogos penosos. Que tiene efectos especiales
formidables no se le quita, pero es que más allá no hay más. Uno como
espectador no se siente enganchado, los giros dramáticos bordean el
absurdo para “sorprender” pero lo que consiguen es que uno quiera
arrearle la madre al escritor que pensó que somos idiotas. Lamentable y
triste ver lo que los dioses del Hollywood hacen con las obras
maestras…
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