Cuando Emma conoce a Cassandra, comienzan una relación llena de desafíos
físicos y psicológicos. Emma trata de hacer lo que sea para dominar las
reglas del juego. Las líneas se cruzan y los riesgos se vuelven cada
vez más altos. A pesar de esto, Emma no puede resistir el sentimiento
intoxicante de control total. Según su directora Lisa Aschan, “She
Monkeys juega con las reglas que rodean a la conducta humana. Me
interesa explorar las contradicciones de la sociedad permitiendo a
mujeres jóvenes llevar a cabo acciones brutales. Mostrar estos temas
tabú en contraste con lo inocente y lo que parece ingenuo. El foco de la
historia es el juego de poder entre dos adolescentes y el mundo que las
rodea. Están en constante competencia. Van y vienen, controlando y
controladas. Me interesa retratar la duplicidad y la incertidumbre.
Representar a la gente como individuos, pero también como parte de una
estructura mucho mayor.
MI OPI: De Suecia, el país del feminismo por excelencia, nos llega esta cinta
dirigida por una mujer, protagonizada por mujeres y enfocada claramente a
el publico femenino, 83 minutos de metraje en los que como en la
mayoría de dramas sociales con adolescentes y niños de por medio, con
una minimización máxima de los hechos, y así con una ausencia total de
frivolidades se le pretende dar el efecto contrario y así dotar la
película de seriedad y concienciación, pero como en la mayoría de casos
la tortilla acaba dándose la vuelta y ese efecto no hace mas que dotarla
de unas ínfulas y de una magnitud lírica artificiosa que le vienen muy
grandes. Parece ser que encandiló a la crítica sueca, a mi sin embargo el mensaje
que me deja este drama no es muy diferente que el de un capitulo de
“Física o química” con profesionalidad y academicismo.
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