Paulette, una viuda hastiada del mundo y un tanto racista, vive en un
barrio donde el tráfico de drogas y los robos son lo habitual. Un día,
mientras la policía persigue a unos granujas, Paulette tropieza con un
paquete de hachís. Así es como esta desgraciada mujer, con problemas
para subsistir, se inicia en el mundo del tráfico de drogas.
MI OPI: “El postre de la alegría” flirtea con algo de crítica social pero no
entra a fondo para evitar molestar al espectador de la misma forma que
no entra en el problema moral que plantea. Todo es agradablemente
superficial y hará las delicias de muchos espectadores pero una película
que no arriesga no merece ser clasificada de excelente. Es buena, es
entretenida, es divertida y es una acumulación tal de tópicos del cine
francés que parece que hayan cogido cientos de películas y las hayan
juntado en una. Pero funciona.
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