Un enfermero introvertido y con tendencia a la depresión (Tim Roth) se
dedica a ayudar a pacientes terminales, al tiempo que trata de retomar
la relación con la familia que abandonó.
MI OPI: David se involucra de más con cada paciente y se integra a esos últimos
momentos de vida para sobrellevar su soledad, ya que además de hacer
deporte invierte su tiempo en actividades que ayuden a mejorar su
relación con su paciente en turno o a conocerle mejor, luego de que en
apariencia él abandonó a su familia con quienes intenta tener un
acercamiento después de un hecho doloroso del pasado. David atiende de manera meticulosa llegando a generar un grado de
intimidad que después le cobrará factura con los familiares, y siempre
en ese tono seco, con ritmo lento y hasta observacional, con planos fijos y largos que escudriñan el dolor pero que apenas son incómodos. El metraje perfecto, el mundo tan ambiguo, cierra sin temor y con
un plano imprevisto. Cinta valiente, seca y sin adornos sobre la
delgada línea entre la vida y la muerte.
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