Una historia familiar. El conflicto entre lo urbano y lo rural, entre
pasado y presente, padres e hijos. Dos formas opuestas de entender la
existencia, y una abuela que observa el mundo desde el más elocuente de
los silencios.
MI OPI: La atmosfera que envuelve la película, sobre todo todo lo que rodea el
mundo rural vasco, esta bastante conseguida, a pesar del laconismo
perseverante de sus protagonistas, algunos apuntes de surrealismo como
la cuerda que sujeta al caserio al hijo mayor, o la comunión de la amama
con la tierra, todo se reduce al conflicto entre lo ancestral y lo
moderno, globalmente en el aspecto formal esta bastante bien. Esta pequeña y gran película, con actores que
transmiten verdad y que, no lo sé, podrían ser casi amateurs, pero que
dan un encanto especial y sincero a la historia de las raíces de lo
vasco, el caserío, la lucha contra el paso del tiempo, las tradiciones
que se tienen que mantener y la legitimidad de los hijos frente a sus
mayores para labrarse su propia vida. Buen cine vasco, sí señor.
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