Una mujer hastiada de la vida que lleva, decide un día abandonarlo todo, echarse a la carretera y huir sin rumbo definido.
MI OPI: Ella fue Miss Bretaña y no desea acudir a una reunión de ex-misses. Ella
mantiene una relación muy tensa con su hija y apenas conoce a su nieto.
Ella es dueña de un restaurante aquejado de serias deudas. Ella tiene
un amante que le abandona por una chica cuarenta años más joven.
¿Alguien tiene un cigarrillo? Ella se va; Bettie se va, se marcha de su
vida. Monta en su coche y comienza a conducir sin una meta fijada. Sólo
quiere escaparse. Sólo tiene ganas de llorar. Sólo desea fumarse un
cigarro. Sólo anhela seguir adelante con la vida, aunque aún no lo sepa.
Sin embargo, reconstruir una vida y labrarse un esperanzador futuro ya
no resulta tan sencillo cuando estás entrando de lleno en la tercera
edad. Bettie lo sabe y por eso huye, sin un itinerario prefijado,
buscando una ruptura radical con su día a día y un escape a su crisis
personal. Emmanuelle Bercot, directora y co-guionista de la película,
sólo pensaba en construir a un personaje perdido que “sale a dar una
vuelta y siempre encuentra una excusa para no volver”. Por eso, cada vez
que Bettie para el coche, conoce a algún personaje que le aporta
vitalidad, le enseña a desinhibirse y le dice que no hay marcha atrás,
que siga adelante con su vida, que ella es la única persona capaz de
escribir su historia.
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