Sandra dispone sólo de un fin de semana para ir a ver a sus colegas y
convencerlos de que renuncien a su paga extraordinaria para que ella
pueda conservar su trabajo. Su marido la acompaña para apoyarla.
MI OPI: Dos días, una noche presenta una temática muy actual, pero poco habitual
en el cine comercial. En ese sentido, es una cinta reivindicable, pero
la presenta con una forma y un fondo que no convence. Por eso, Dos días y una noche no es la obra maestra (buff, qué
aburrimiento) que casi todo el mundo dice que es. Es una película
necesaria, pero no es buena. Dos días, una noche es una cinta que debe verse. Su discurso obliga al
debate, y eso siempre es bueno. Pero el desarrollo narrativo de la
película aburre y algún personaje exaspera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario