Marnie, embustera y ladrona compulsiva, se sirve de su
trabajo como secretaria para robar. Cuando Mark Rutland
la contrata, no sólo no abandona sus delictivos hábitos, sino que,
además, se comporta de manera absolutamente desquiciada. A pesar de
todo, Mark, cediendo a un impulso inexplicable, decide casarse con ella y
averiguar las razones de su obsesivo comportamiento. Cuando un terrible
accidente lleva a Marnie a una situación límite, Mark la obliga a
enfrentarse a sus terrores cuyas raíces se hunden en el pasado.
MI OPI: Es una película muy pasada de rosca, muy apegada a la fiebre
psicoanalista que barrió Estados Unidos en los años 60, y por tanto se
ha quedado anticuada, exagerada, demodé. Yo no soy hitchcockniana, lo admito. No todo lo que salió de la fábrica
de este director me convence ni me gusta. Pero lo suyo que sí me agrada
lo ensalzo como se merece.
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