Alex es una abogada adicta al trabajo que de
repente tiene que aprender a rehacer su vida cuando su marido la
abandona.
MI OPI: Sencillez de registro, más unos queridos personajes que inspiran cariño,
bonanza y devoción por su andadura y destino, es la marca de la casa;
Mary Elizabeth Winstead acapara con humildad y eficacia la atención,
suspiro y preocupación de su progreso interrumpido, ese desajuste
temporal, de evidente desastre, que camina no se sabe dónde pero al que
es grato y placentero esperar, seguir y curiosear sobre el mismo,
arropada por un sobrio Don Johnson, entero y firme en su actuación, y
por secundarios gustosos y cordiales que confeccionan un cuadro amable,
atractivo y afectuoso.
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