En Bélgica, a comienzos de los años setenta, una joven estudiante acepta
un trabajo como niñera en una familia judía muy tradicional.
MI OPI: Una película sensible que logra dibujar con éxito los problemas entre
los choques ideológicos, en este caso el de una chica judía más liberal y
una familia de judíos ortodoxos. También retrata como algunas veces el
cariño puede sobrepasar barreras tan fuertes como la religión; o dicho
de otro modo, como ni siquiera la religión puede interponerse entre la
afectividad de los seres humanos que deciden quererse. Película humana,
sensible y afectiva. Una historia trágica que está sorprendentemente
bien contada. Una crítica sutil pero eficiente a los fundamentalismo. Enternecedora, tierna, linda y auténtica. El niño nos roba el corazón desde su primera escena.
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