Tom aún sigue creyendo, incluso en este cínico mundo moderno, en la
noción de un amor transformador, predestinado por el cosmos y que golpea
como un rayo sólo una vez. Summer no cree lo mismo, para nada. La mecha
se enciende desde el primer día, cuando Tom, un arquitecto en ciernes
convertido en un sensiblero escritor de tarjetas de felicitación, se
encuentra con Summer, la bella y fresca nueva secretaria de su jefe.
Aunque aparentemente está fuera de su alcance, Tom pronto descubre que
tienen un montón de cosas en común. La historia de Tom y Summer cubre
desde el enamoramiento, las citas y el sexo hasta la separación, las
recriminaciones y la redención, todo lo cual se suma al caleidoscópico
retrato del por qué y el cómo seguimos esforzándonos de modo tan risible
y rastrero para encontrar sentido al amor… y esperar convertirlo en
realidad.
MI OPI: Las palabras con las que arranca el film son reveladoras: “Esta es una
historia de ‘chico conoce a chica’, pero deben saber desde el principio
que esta no es un historia de amor”. ‘500 días juntos’ no es una comedia romántica al uso. Nada de comedia romántica facilona. Recalcando el sabor indi-pop, Marc
Webb, con mucha imaginación pero sin perder de vista el toque comercial,
nos ofrece una historia de (des)amor (o no) desde el punto de vista del
hombre. La película en si no es lineal, no es: se conocen, se enamoran, salen
juntos, se besan, mantienen sexo, se pelean y adiós. Si no que te
cuentan en saltos las partes más relevantes de su relación, a través del
número de días que están juntos. No es un film original, ni demasiado inteligente, ni demasiado estúpido,
ni muy dramático ni para partirse de risa. Pero es una de esas
películas que te hacen disfrutar. Destacar la interpretación de Joseph Gordon-Levitt.
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