Tres mujeres, de edades y épocas distintas, que han fracasado en el
amor, tienen que afrontar la vida en un ambiente cerrado y hostil. Son
mujeres que no pudieron elegir su camino y tuvieron que vivir una vida
soñada, imaginada, recordada, cosiendo junto a su ventana.
MI OPI: De tu ventana a la mía es poesía. No puede definirse de otra manera. Poco diálogo, mucho simbolismo (las mariposas, las flores, el pelo). A
ratos, Paula Ortiz parece querer convertirse en la Terrence Malick
española. Denuncia social, amor, miedo. Y esperanza. Mucha esperanza. Porque aunque Ortiz saca a pasear la vara castigadora y golpea con ella a
sus personajes, la película es tan bella, tan sentida e incide tanto en
el mensaje esperanzador (resaltado por esos gritos finales de los
manifestantes pidiendo libertad, y por el brillante y emotivo montaje),
que la experiencia acaba por revestir un lado dulce que vence al amargo.
Y de amargo en la película hay mucho...Por supuesto, ayuda mucho el reparto. Maribel Verdú, Leticia Dolera,
Luisa Gavasa. Las tres soberbias. Roberto Álamo, siempre maravilloso.
Fran Perea, ya grande, ya nunca más "el chico de Los serrano". Cristina
Rota. Carlos Álvarez-Novoa. Actores prestándose a ser palabras en el
delicioso y terrible poema visual de Paula Ortiz, aderezado con palabras
escasas, a veces sólo murmuradas, a veces enterradas en la música y el
viento que azota los campos aragoneses. Defectos tiene. Cierta lentitud, quizás demasiada insistencia en la
tragedia, y no saber muy bien si de verdad hay un mensaje que hilvane
todas las historias. Pero merece la pena ser vista y disfrutada.
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