Carlos, un joven arquitecto en crisis con su pareja,
llega a un pequeño pueblo del norte de Argentina para construir un
complejo de cabañas. Allí conoce a Estela, una niña de
trece años, pero no se da cuenta de que esa relación ingenua y
platónica, hará que la niña descubra el amor y se haga mujer. La llegada
de su esposa, que trata de arreglar la relación, le hará
descubrir la importancia de ese sentimiento ya perdido.
MI OPI: Es una película simple, y se hace cargo de su simpleza, elevando la
sencillez, por su honestidad, a algo meritorio. Diálogos sencillos, que rozan la ternura, y muestran la ingeniudad de una
preadolescente de pueblo. Miradas y silencios y caminos polvorientos y
conversaciones al borde de un hilo de agua, que raya la rocosa ladera de
un cerro pelado. En la incipiente curiosidad y el comienzo, el cambio de la niña a la
mujer, la nena se enamora del arquitecto. Los esfuerzos, infantiles y
llenos de candidez de la niña por "seducir" al hombre, por intentar que
se quede en el pueblo, y la atención relativa, aunque siempre respetuosa
y llena de ternura, de él hacia ella, son el eje de la película. Tiene un final bonito, muy sabio; sin fantasías ni exageraciones.
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