Isabelle, una hermosa joven de 17 años que pertenece a una familia de
clase alta de París, parece tener el mundo a sus pies. Pero tras un
verano en el que la pérdida de la virginidad le resulta decepcionante,
un viaje de autodescubrimiento sexual la embarcará a partir del otoño en
una doble vida: estudiante de día y prostituta de lujo por las tardes.
Esta es su historia, a través de cuatro estaciones y cuatro canciones.
MI OPI: El director pasea su eficaz y morbosa mirada
por una familia de clase media acomodada, y se queda con la joven hija, y
la lanza a una muy extraordinaria aventura de sexo, todo sobre un
decorado muy francés, agradable de ver. La actriz es guapa, queda bien en las escenas sexuales, y cumple
bien como joven que deja la adolescencia rebotada y perdida. Pero la
película no explica las razones por las que la joven se embarca en un
una aventura tan peligrosa y atípica. Aparte de los habituales problemas
del final de la adolescencia, solo insinúa una posible incapacidad de
entregarse, observándose siempre desde fuera, imposibilitándose el
placer, pero eso no es suficiente. Por otra parte, las reacciones de los
familiares y las de la gente con la que trata, me parecen a menudo
artificiales y forzadas, poco reales, teóricas. En resumen, creo que más que una historia extrema realista, con
personas humanas, en un entorno real, esta es una fantasía erótica del
director. Y eso le resta emoción y sentimiento.
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