Un grupo de viejos amigos que viven en una residencia para cantantes de
ópera retirados organizan cada año, coincidiendo con el aniversario de
Giuseppe Verdi, un concierto para recaudar fondos que les permitan
mantener la casa en que viven. Los problemas surgen con la llegada de un
nuevo residente que resucita una antigua rivalidad entre dos divos.
MI OPI: Dustin Hoffman pasa al otro lado de
las cámaras para dirigir una comedia sencilla y agradable. El tono general de la producción es amable con el espectador gracias a
su puesta en escena, su corrección formal, y su argumento, sencillo y
efectivo sintonizando con las emociones de la audiencia y las
interpretaciones, cercanas e invitadoras a la sonrisa. Pero es quizás esta plena sencillez la que, a la vez que hace de la
película un producto de fácil consumo, la transforma en algo igualmente
olvidable. Los personajes no alcanzan excesiva profundidad y la
resolución a todos los conflictos, pasados y presentes, que se muestran
en pantalla tienen un desarrollo demasiado predecible y complaciente.
Consigue la superficial sonrisa, pero no conmueve ni trasciende y deja
la sensación de que, pese a lo pequeño de la película, arriesgando más
podría haber obtenido un resultado grande. Suena a historia ya vivida, a reescritura, a recreación sin mayor gloria
y, mucho menos, profundidad. No emociona, no engancha y el metraje se
sucede plano, sin profundizar en cualesquiera de las historias que se
sugieren y cierran con rapidez. Salvan la película las interpretaciones y los leves toques de humor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario