Edward Cullen decide abandonar a Bella Swan para mantenerla alejada de los peligros del mundo vampírico.
Con la ayuda de Jacob Black, su amigo de la infancia y
miembro de la misteriosa tribu quileute, Bella intentará superar el
abandono de Edward, que la ha dejado sumida en el mayor de los
desconsuelos. Pero los peligros siguen acechando a la joven; nuevas y
asombrosas criaturas sobrenaturales se cruzarán en su camino, y Bella
sólo contará con el apoyo del cada vez más cercano e irresistible Jacob.
Repentinamente, Bella se encuentra inmersa en el mundo de los hombres
lobo, ancestrales enemigos de los vampiros, y su lealtad es puesta a
prueba...
MI OPI: Los principales problemas que tenía la primera película (monotonía,
lentitud, falta de expresividad en los actores) están solventados en
gran parte en esta nueva entrega de la saga, sobre todo gracias a que
hay mucha más acción en la historia y al trabajo de actores como Taylor
Lautner (Jacob), que a ratos consigue comerse con patatas la pantalla.
Robert Pattinson por fin muestra algún tipo de sentimiento en sus
escenas, y Kirsten Stewart... bueno, Kirsten Stewart hace lo que puede. Se agradece la presencia de secundarios como los quileute, el resto de los Cullen y sobre todo los Vulturi, que
demuestran que por por fin los vampiros saben hacer algo más que poner
cara de fría indiferencia y majestuosidad. Es un acierto que la trama se apoye en
tantos y tan variados personajes secundarios, porque deja de girar
exclusivamente alrededor del binomio Edward-Bella, y eso mejora
notablemente la calidad de la historia.
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