Jamie es una joven cazatalentos que convence a Dylan para que se vaya a trabajar a Nueva York como
director artístico de la revista GQ. Allí ambos amigos, solteros y
atractivos, deciden embarcarse en una relación estrictamente física sin
compromiso... pero sin dejar de ser sólo amigos. "Sólo sexo", es lo que
acuerdan. Lo que no se pueden imaginar es que este tipo de relación
híbrida no les traerá más que complicaciones.
MI OPI: Llevaba buen camino, incluso diría que ligeramente sorprendente. Era una
película gamberra y picantona, divertida y original, y en definitiva
una comedia romántica que intentaba romper con las pautas mecánicas,
irreales y pastelosas que tienen este tipo de filmes. Sin embargo llega
la mitad de la cinta y todo se viene abajo. En el momento en el que
llega el romanticismo puro comienza a subirte el azúcar en sangre y se
convierte en una más. Se pierde la diversión y la cosa se basa en
clichés, lloros, baladitas y tópicos que se repiten y además están
vistos una y otra vez (incluyendo los ya siempre "efectivos": ¡oh,
cuánto te quiero!, ¡he sido un imbécil! o ¡no dejes pasar al amor de tu
vida!). El resto ya se sabe o se intuye, y poco más hay que añadir. La
apruebo sencillamente porque el guión está bien llevado, porque la
premisa pintaba bien y por la química entre los protas.
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