Basada en hechos reales, esta obra maestra del genio Chaplin cuenta la
historia de Henri Verdoux, un hombre de doble vida. Por un lado es un
respetable hombre casado padre de un hijo, pero por otro es un seductor
que, bajo otra identidad, se dedica a casarse con viudas ricas a las que
posteriormente asesina para quedarse con su fortuna.
MI OPI: Chaplin demostró que sabía hacer algo más que chistes mudos y que su
repertorio iba más allá del famoso vagabundo. Aprovechó una idea de
Orson Welles para elaborar esta elegante y sarcástica película en la que
se ofrece una nueva visión del asesino. Sigue siendo bastante fiel a su estilo. Hay momentos de ternura, dos o
tres gags visuales y un claro
alegato final en contra de la pena de muerte. Chaplin ofrece una lección de buen cine. Una historia nada sencilla pero
que sabe contar con naturalidad y con un ritmo perfecto. La combinación
de ternura que muestra con su mujer (la de toda la vida) e hijo y una
inquina hacia un mundo que se le ha mostrado huraño y traicionero.
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