La película presenta retazos de la vida cotidiana de sus personajes, jóvenes que reflexionan sobre sus relaciones afectivas y viven sus días apostando a dar con ese instante en el que el amor detenga sus vidas aunque sea por unos segundos. En eso anda Alex, una actriz recientemente casada con un músico (Justin Rice, líder de la banda Bishop Allen), a quien le tambalea el piso cuando comparte ensayos con Jamie, su parteneire en la obra de teatro que componen juntos. Pero éste está disfrutando de los primeros chichoneos con Hellen, hermana de Alex, así que no se hace demasiado cargo del asunto. Básicamente así de inestable y retorcido se dibuja el panorama amoroso de cada uno de los implicados, en el que las relaciones se definen por lo que finalmente no pueden ser.
MI OPI: Cine independiente estadounidense...estamos ante la típica paja mental sobre las relaciones post-modernas, esas que se lo cogen todo con papel de fumar, con un boceto de trío sentimental como base científica, por decir algo, de la teoría que se nos quiere mostrar. Que, básicamente y en el fondo, es ninguna. A saber: hay una actriz, luego aparece su hermana, por ahí anda también el compañero de reparto de la primera, que se dedica a follar con la segunda cuando en realidad quien se lo quiere tirar es la primera, a continuación llega el flamante marido de la primera, que no se entera de nada de lo anterior y parece más interesado en otra jovencita que en su esposa, y al final conocemos al novio o amante de la segunda, que cuando se presenta pues esta última va y se arrima a él tan tranquilamente y que le den por ahí al compañero de reparto de su hermana y a su cara de rey pasmado... Todo eso, pero sin rascar demasiado en los personajes y en sus motivaciones, es lo que vamos viendo pasar por la pantalla. Hasta que, de repente, salen los créditos. Y adiós muy buenas.
MI OPI: Cine independiente estadounidense...estamos ante la típica paja mental sobre las relaciones post-modernas, esas que se lo cogen todo con papel de fumar, con un boceto de trío sentimental como base científica, por decir algo, de la teoría que se nos quiere mostrar. Que, básicamente y en el fondo, es ninguna. A saber: hay una actriz, luego aparece su hermana, por ahí anda también el compañero de reparto de la primera, que se dedica a follar con la segunda cuando en realidad quien se lo quiere tirar es la primera, a continuación llega el flamante marido de la primera, que no se entera de nada de lo anterior y parece más interesado en otra jovencita que en su esposa, y al final conocemos al novio o amante de la segunda, que cuando se presenta pues esta última va y se arrima a él tan tranquilamente y que le den por ahí al compañero de reparto de su hermana y a su cara de rey pasmado... Todo eso, pero sin rascar demasiado en los personajes y en sus motivaciones, es lo que vamos viendo pasar por la pantalla. Hasta que, de repente, salen los créditos. Y adiós muy buenas.
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